Jugar es la manera más natural de establecer vínculos, descubrir y desarrollar capacidades, transmitir valores y socializarse. Por ello consideramos que un elemento fundamental para alcanzar la socialización es a través del juego. El juego permite a las personas adquirir un óptimo desarrollo psicomotor y afectivo. El individuo aprende, experimenta, soluciona problemas, interactúa y se desarrolla con los demás compañeros, creando así una interacción con el ambiente social adecuado.
Hay diversas asociaciones que abogan por el juego como medio de integración o incluso de terapia. Ejemplos más cercanos a nosotros serían tan simples como los juegos de presentación cuando una persona se une al grupo. Esto también implica que observando el juego de un grupo de personas, se pueden diferenciar diferentes roles, como el de líder, e incluso observar la cohesión del grupo y qué jugadores están más o menos integrados, en quiénes confían o quiénes confían en ellos. En definitiva, el juego es una puerta abierta a tus habilidades sociales.
Autora: Elisa Lanau (4ºD)
Fuentes de información: http// usadoc.es/handle/10324/8157.
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